En la humanidad psicodélica existe una broma muy gastada de
que la policía podría detener a una persona por llevar en su cerebro un
poderoso psicodélico ilegal: el “DMT”.
Esto se fue rumorando a partir de los
estudios de “Rick Strassman” con la también llamada "molécula del
espíritu": “Strassman” teorizó que la glándula pineal (el centro
espiritual según Descartes) producía DMT. Recientemente se ha confirmado que,
al menos en las ratas, esto es así.
Lo fabuloso del caso es que esta sustancia que produce
visiones cósmicas en viajes de 10 minutos de los cuales uno sale relativamente
ileso (al menos físicamente) pese a cruzar un extraño umbral hacia lo que
parecería otra dimensión (poblada de deidades y juglares), parece estar
presente en todas las criaturas vivientes del planeta en dosis minúsculas,
según explica el “etnofarmacólogo Dennis McKenna” en un reconocido libro, “Graham
St. John”:
Ya que el triptófano, el precursor del “DMT”, está presente
en todos los sistemas biológicos del planeta, lo que esto implica es que el “DMT”
debe ocurrir --aunque usualmente en cantidades diminutas-- en cada uno de los
organismos del planeta.
La naturaleza, en otras palabras, está empapada de “DMT”.
¿Es esto un simple accidente bioquímico o es indicativo de algo más profundo,
de una inteligencia inherente en la naturaleza? El “DMT” nos invita a mirar a
detalle los niveles fundamentales de la organización biológica para percibir
ahí un misterio, presente desde el origen de la vida y sin embargo no
sospechado hasta que las vicisitudes de la evolución otorgaron a un grupo de
primates la complejidad neurológica para aprehender su farmacología, crear las
herramientas para aislarlo y la misma capacidad de asombro ante los paisajes
trascendentales que iluminan un universo paralelo.
Sin embargo, nos podemos hacer miles de
preguntas en este sentido. El doctor “Strassman”, por ejemplo, ha tomado una
veta bíblica, considerando que tal vez las teofanías de los profetas fueron
inducidas por una producción natural de “DMT”. También está la misma
posibilidad que “Strassman” exploró en su libro, sobre la relación entre la
glándula pineal, el “DMT” y la reencarnación.
Desde una perspectiva biológica,
Dennis (el hermano nerd del famoso psiconauta Terence McKenna) sugiere algunas
funciones para el “DMT” en el cuerpo humano. Se cree que podría tener una
función de “inmunorregulación”; otra posibilidad es que actúe como neurotransmisor.
Y no se puede descartar que la función del “DMT” está más ligada a aspectos
espirituales o de la llamada anatomía oculta del ser humano (la glándula pineal
es un vestigio de un ojo). Por ahora, todo esto es solamente un tremendo
misterio.
Creo que los expertos deberían hacer más estudios ¿Tú que
piensas?
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