Estos misteriosos símbolos grabados en piedra son muy
comunes en Vancouver, en su mayor parte se encuentran sobre rocas pero, los que
ha encontrado "casualmente" Rob Antill, mientras hacía volar su nuevo
drone en un lago de la Columbia Británica, están bajo el agua.
La espiral lacustre y otros antiguos dibujos recien hallados, no han sido datados todavía, aunque seguramente proceden de misteriosos
rituales de civilizaciones antiguas. Lo que se sabe de estas manifestaciones
artísitas, donde hay registro de actividad humana desde hace 12.000 años, es
que están relacionados con las culturas nativas.
Rob Antill tenía dos sueños: poseer una cámara capaz de
tomar imágenes de alta calidad y a alta velocidad y también ser dueño de algún
aparato que permitiese filmar desde el aire. Ambas cosas se unieron el día que
probó su nuevo drone con su cámara. Aquel día (enero de 2013) estuvo rodando
desde el aire los bosques nevados de su localidad, cerca de Vancouver.
Los símbolos grabados en piedra son muy comunes en
Vancouver, pero en su mayor parte se encuentran sobre rocas, no bajo el agua.
Ciertamente los hay en el entorno de lagos y ríos, pero casi siempre en las
piedras de la orilla y en los bosques. De ahí que el descubrimiento tenga un
relieve especial.
Los dibujos lacustres hallados por Rob Antill no han sido
datados todavía, aunque seguramente proceden de rituales de las culturas
nativas. Lo que se sabe de estas manifestaciones artísitas en la Columbia
Británica, donde hay registro de actividad humana desde hace 12.000 años, es
que están relacionados con las culturas nativas. La mayoría están relacionadas
con ceremonias, que los jóvenes llevaban a cabo, aunque también hay algunas que
eran marcas asociadas a necrópolis. Unas pocas conmemoran desastres,
inundaciones, corrimientos de tierras. Otras, lugares secretos.
En la zona costera sí han sido documentadas algunas piezas que
se encuentran en las rocas que inunda la pleamar. En estos casos su función,
según se cree, era llamar a los peces, atraerlos a los ríos para la pesca.
Otros marcaban los límites de los territorios de caza. Pero lo cierto es que,
aunque todas estas razones se han podido investigar en los casos más recientes
(incluso del siglo XX), la mayor parte de los petroglifos y pictogramas
permanecen como un misterio insondable para los habitantes de la isla en el
siglo XXI.
Por todas estas razones, Rob Antill no olvidará el día que
probaba por primera vez su nuevo drone sobre el agua de un lago glacial. Solo
pensar en la temperatura del agua que tendría que soportar si su dron caía en
pleno vuelo sobre el lago, le hizo pensárselo dos veces. Pero el resultado le
sorprendió a él como nos sorprende a todos, al descubrir ese tesoro inédito que
las aguas del lago han preservado y cuyo significado no está claro.
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